Parashá Matot-Masei

Introducción y comentario.

PARASHOT

Rab Yosef Cohen

7/20/20253 min leer

Comentario introductorio a la Parashá Matot-Masei Bamidbar (Núm), 30:2–36:13.

Shalom ub'raja Javerim v'Javerot, Hashem es bueno y para siempre son sus misericordias, la sección de la primera aliyah de nuestra Parashat comienza con las palabras:

אִישׁ כִּי־יִדֹּר נֶדֶר לַיהוָה אוֹ־הִשָּׁבַע שְׁבוּעָה

"Si un hombre hace un voto a Hashem o jura un juramento..."(Números 30:3)

El contexto gramatical distingue dos formas de compromiso verbal: נֶדֶר (néder), que vincula al objeto, y שְׁבוּעָה (shevuá), que vincula a la persona. Esta distinción se refleja tanto en los verbos usados como en la estructura sintáctica del versículo. El verbo יִדֹּר (Yiddor, “hará un voto”) implica una acción orientada hacia lo externo; en cambio, הִשָּׁבַע (Hishavá, “jurará”) remite a un estado interior de compromiso.

Historicamente, los votos y juramentos fueron siempre mecanismos de auto-sacralización, que permitían al individuo entrar voluntariamente en la zona de lo sagrado, incluso fuera del marco de las mitzvot obligatorias. Así, la palabra del individuo se convierte en un vehículo de kedushá (santidad).

En el Talmud Masejet Nedarim 2a-3b, analiza extensamente los votos, estableciendo que “afilu amar belev” (incluso si lo dijo en su corazón), puede tener fuerza, dependiendo del contexto. Sin embargo, se advierte del peligro de hacer promesas innecesarias:

“Lo mejor es no hacer votos, incluso si uno los cumple.”

Esto resalta el principio de auto-restricción ética frente al impulso de sobre-comprometerse.

Rashi comenta que la expresión לַיהוָה enseña que todo voto debe ser dirigido a Hashem y no a ídolos o propósitos profanos. Esto implica una elevación de lo verbal al dominio divino, así también, Rambam en Hiljot Nedarim 1:1-5, establece que un néder puede tener validez incluso si contradice una mitzvá. Por ejemplo, si alguien jura abstenerse de una acción permitida, el néder es válido y lo obliga. Esto revela el poder auto-legislativo del alma que desea restringirse para alcanzar un nivel espiritual superior y el Ramban (Najmanides), enfatiza que un voto implica un acto de creación espiritual, donde la palabra del hombre se convierte en ley personal, y por lo tanto, cualquier transgresión es considerada como violación de un pacto sagrado, pero para el Soforno, el voto expresa autonomía espiritual en el servicio divino. El individuo se convierte en socio de Hashem al auto-imponerse restricciones para perfeccionar su alma. El voto, entonces, no es esclavitud, sino expresión de libertad redentora.

Este pasaje inicial de Matot-Mase'e aunque es un preámbulo legal, es también una declaración sobre la fuerza creadora de la palabra. En una era marcada por palabras vacías y promesas desechables, la Torá nos recuerda que hablar es crear mundos. El ser humano imagen de Hashem puede vincular lo invisible con lo tangible mediante la declaración verbal.

Este poder conlleva una gran responsabilidad. El néder puede ser símbolo de una búsqueda de control en medio de la incertidumbre, pero también puede derivar en ansiedad, autoexigencia destructiva o rigidez. Por eso, el Talmud recomienda cautela: el crecimiento debe venir desde el amor, no desde la presión, con ellos, el texto dignifica al individuo como sujeto moral y espiritual, capaz de auto-transcenderse, así es que, nos habla de la libertad interior para construirnos con significado. La palabra, entonces, se convierte en un acto sagrado que da forma a nuestro ser.

"Lo que pronuncias, te pronuncia"

En Matot-Masei, la Torá no solo narra los caminos del pueblo también cartografía los paisajes del alma. Un néder es solo una frase que es un espejo que te redefine. Y en esa promesa, Hashem escucha tu voz como si fuera una sinfonía única en toda la creación, con cada palabra que pronuncias te define. Y cada voto que haces es una vela encendida en el desierto que se encuentras tu existencia, marcando que estás dispuesto no solo a caminar, sino a iluminar el camino, para los que te acompañan.